Publicado por William Carril
Un inversionista inteligente en bienes raíces analiza, compara, investiga, se asesora y diversifica.
Las inversiones inmobiliarias tienen una excelente reputación en el mundo de las inversiones, donde las opciones, variantes y estrategias son tantas, que es fácil perderse entre tantas posibilidades.
El inversionista inteligente es aquel que se conoce a sí mismo y se mantiene informado de todo lo que ocurre en el mundo de las finanzas.
Se arriesga, pero siempre en modelos controlados y con una cartera diversificada. Es aquel que ve más allá de la rentabilidad.
Lo primero que debes hacer es perder el miedo a invertir. Lo entendemos, has trabajado muchos años para construir tu patrimonio y el mundo de las finanzas está lleno de historias y anécdotas de gente que lo perdió todo por un pequeño error.
Es normal entrar en estado de alerta cuando se habla de dinero, en especial cuando ha tomado años acumularlo.
El inversionista inteligente se conoce a sí mismo. Ha definido su tipo de inversionista y sabe exactamente en dónde está parado en cuanto a su situación financiera.
El Inversor Inteligente: Siempre recurre a tres elementos fundamentales.
La rentabilidad es la ganancia que se obtiene al finalizar el período de una inversión. En el caso de los bienes raíces hay tres formas rentables de invertir:
En bienes raíces es el tiempo que debe pasar para que puedas recuperar tu inversión y percibir una ganancia. En el caso de apartamentos, casas, locales y terrenos puede tomar más de 10 años.
Cuando hablamos de riesgo, nos referimos a la posibilidad de pérdida o de no obtener la rentabilidad deseada.
Una mala planeación podría provocar que termines metido en una inversión con baja rentabilidad o una muy larga espera para la recuperación.
Si caminas sin un rumbo fijo, podrás terminar en cualquier parte. Las inversiones no deben ser un juego de azar ni mucho menos un destino sin definir.
En la medida que fijes metas, será mucho más sencillo encontrar acciones y rutas para llegar a ellas.
Invertir requiere de capital. No hay otra manera de hacerlo. Ya sea que tú cuentes con fondos suficientes para invertir en un proyecto inmobiliario o que solicites financiamiento.
Es importante saber hasta dónde puedes endeudarte y controlar las emociones.
Uno de los errores más comunes que cometen algunos inversionistas en bienes raíces es comprar una vivienda como si fuese para ellos.
Se les olvida tomar en cuenta que no serán ellos quienes habiten el lugar y buscan características que a ellos les interesan.
¿Por qué es un error? Terminan con viviendas bellísimas que no se rentan y mes con mes pierden dinero en mantenimiento y en gastos de promoción.
Debes invertir en apartamentos, viviendas, terrenos o proyectos con alta demanda. Investiga en dónde quiere vivir la gente.
Te sorprendería la cantidad de empresas fantasma o con nula experiencia en el campo, que año tras año generan pérdidas a inversionistas novatos.
Antes de poner tu dinero y tus planes en una empresa de bienes raíces, asegúrate de conocer su trayectoria, experiencia y reputación.
No tengas miedo de preguntar, después de todo, tu patrimonio dependerá de qué tan bien hagan su trabajo. Compara, pide opiniones y, cuando estés listo, da el siguiente paso.
Algunas personas lo llaman “cultura de pago sólida”. Toda persona que invierte lo hace porque quiere que su dinero crezca.
Es contraproducente invertir en un proyecto productivo y que se pierda por mala administración. Sé consciente de tus ingresos y egresos y trabaja en equilibrarlos.
Podríamos concluir diciendo: